Es a partir de 1860 aproximadamente cuando Zaragoza comenzó a
colocar aceras en las calles principales de la ciudad gracias a un contrato
entre el concejo y un particular. Entre las calles que poseen dicha mejora
están la del Coso que tiene toda ella con acera de 2.40 m de anchura; también tiene
aceras el Salón de Santa Engracia (paseo de la Independencia) en aquellas
partes que no tienen porches y con una anchura inferior. Otras calles como San
Gil, la Flor, Refugio, Vírgenes, Torrenueva, Materia, Azoque…., también tienen aceras de
menor anchura según lo permiten la anchura de la calle. La piedra que se emplea
en las aceras es negra y procede de las canteras de Calatorao. (Guía de Zaragoza de 1860)
La fotografía nos muestra la Puerta de Valencia vista desde
el interior de la plaza de la Magdalena y podemos percibir el estado de la
calle en aquella época.
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