Resulta curioso la proliferación
de mascotas en nuestra ciudad, fundamentalmente perros de todas las razas y
tamaños. Todos sabemos los beneficios que procuran estos animales a esas
personas mayores que se encuentran solas dada la cercanía que estos caninos procuran. También es cierto que los tiempos
que corren han dado a nuestra sociedad una serie de nuevas ideas referente a la
vida animal. El “no maltrato”, el cuidado de nuestras mascotas, etc. son ideas referentes en el mundo
animalista. En cualquiera de los casos está
claro que ese respeto hacia nuestras mascotas debe ampliarse a todo el Reino
Animal al Vegetal y también al Mineral. Digo esto porque en la vida cotidiana
de nuestra ciudad muchos dueños de perros que los sacan a pasear se olvidan de
ese respeto que los dueños deben tener hacia las personas que viven en el mismo
entorno. Me estoy refiriendo a la no recogida de excrementos que los canes
depositan en nuestras calles y sobre todo los orines que proliferan por doquier
en farolas, esquinas y calles peatonales. No es un problema de los animales, es
un problema de sus dueños que anteponen sus propios intereses a los de los
vecinos. Me estoy refiriendo a no molestarse en ir a sitios adecuados para que
hagan sus necesidades y no hacerlas en las calles cercanas de donde
residen. No es solo un problema estético
sino también higiénico y “olfativo”. Al perro hay que educarlo para que la
convivencia sea pacífica y sin problemas, y tener claro que es una responsabilidad de
sus dueños. También es cierto que nuestro ayuntamiento que ampara esta
presencia de mascotas en nuestra ciudad debería poner los medios para que
nuestras calles estén limpias de todo este tipo de residuos. No solo limpiar
sino también buscar alternativas y educar a los dueños de canes como debe de
ser su comportamiento. Crear zonas acotadas en parques, poner evacuadores en
lugares estratégicos que no alteren la normalidad ciudadana y alivien a los
canes. En Córdoba han indicado lugares, alcantarillas, para que puedan evacuar en ese
lugar sin necesidad de manchar la calle. En Benidorm han puesto carteles
indicando lo negativo y perjudicial que es orinar en la via pública. En
cualquier caso la concejalía correspondiente deberá buscar alternativas que
solucionen el problema de una vez por todas.
Una forma de conservar nuestro patrimonio cultural es conocerlo. A continuacion os pongo una reseña de un edificio que forma parte del Mudejar de Aragón, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Iglesia de San Gil de Zaragoza Los materiales de los que esta constituido el templo son los tradicionales en la arquitectura mudéjar de Aragón: ladrillo, yeso y cerámica vidriada para el exterior. La disposición de los ladrillos es a soga asentados sobre yeso. Es de nave única con testero recto y capillas laterales entre torres contrafuerte, que son como pilares estructurales, y esta dotada con tribuna o paseador por encima de las naves laterales abierta al exterior, los pilares contrafuerte se abren paso para poder circular. Esta estructura arquitectónica queda oculta, y es propia del mudéjar., todas las cargas se distribuyen entre los diferentes torres contrafuerte. En la trasformación del XVIII se invirtió la orientación general del templo dando como resultado dos ábsides poligo
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