Últimamente este barrio está siendo noticia repetidas veces. El Ayuntamiento ha hecho un plan para recuperar y solucionar los problemas que existen y asociaciones de vecinos opinan también al respecto. Hay una afirmación que me ha llamado la atención y me he quedado sorprendido por el desconocimiento que lleva consigo y es que el barrio se puede “gentrificar”, dicho en castellano es que se quiere echar a los pobres del barrio para convertir el barrio en uno de ricos.
Me gustaría dar mi visión de este espacio para poder comprender mejor toda la realidad presente, además servirá para conocer la historia de los últimos decenios de una parte de la ciudad de Zaragoza contada por una persona que nació en este barrio de San Pablo en los años cuarenta y sigue viviendo en Casco Histórico después de haber trabajado siempre en este mismo barrio.
Nace tras la conquista de Zaragoza por el Rey Alfonso I. Es una barrio construido fuera del casco romano y repoblado por bearneses, adoptando el nombre de la parroquia de San Pablo. Su trazado ortogonal le da un toque especial dentro del casco histórico que tiene un trazado irregular, fruto de la presencia musulmana.
El Mercado Central en este entorno va a configurar un espacio marcado por el mundo del comercio. La presencia de palacios y palacetes nos da a entender que estamos en un barrio de cierto poder adquisitivo y hay que reconocer que a partir de los años treinta cuando se ensancha Conde de Aranda , esta calle junto con la de San Pablo y el entorno del Mercado van a ser de las más comerciales de la ciudad. Además la población que ocupa estos lugares son comerciantes y profesionales del Derecho, medicina, y artesanos cualificados. Otras calles del barrio la ocupan trabajadores y agricultores como los que habitan en Pignatelli que entonces se denominaba la calle de la Paja. Hay que resaltar que en la plaza de Santo Domingo estaba el Ayuntamiento y el Mercado de Pescados, en la calle Predicadores los juzgados, que ocupaban el Palacio de Villahermosa; estamos hablando de un espacio con presencia institucional de primer orden en los años cincuenta del pasado siglo. El Colegio de Escolapios representa la población que en aquellos momentos había ya que este centro acogía a niños pobres, los “gratuitos” que entraban por la actual calle de Cesar Augusto, los “vigilados” que eran alumnos que pagaban y los internos, que ambos entraban por Conde Aranda. Evidentemente las batas que los niños llevaban eran diferentes según al grupo que pertenecían. El cine Monumental , el más grande de Zaragoza, daba vitalidad juvenil a la zona de Conde Aranda, estamos hablando de un barrio de “mucha vida”.
Cuando Zaragoza empieza a crecer a partir de los años sesenta la realidad del barrio empieza a dar un cambio radical. Hay que tener en cuenta que en los años cincuenta Zaragoza tiene aproximadamente 250.000 habitantes y en 1970 se duplica la población. Este crecimiento hace que la construcción entre de lleno en la ciudad y los edificios del Casco Histórico queden obsoletos favoreciendo el cambio de residencia a pisos con mas comodidades y servicios como el ascensor. En los años sesenta el ayuntamiento y los juizgados se trasladan a la Plaza del Pilar Es aquí cuando el barrio empieza a abandonarse y ocupado por nuevos vecinos que llegan a Zaragoza con muy bajo poder adquisitivo sin que ningún propietario o institución se encargue de poner al dia los cientos de viviendas obsoletas que quedaban. Es un momento propicio para la especulación utilizando técnicas nada favorables a los residentes de siempre. En los años ochenta el Ayuntamiento empieza a construir viviendas sociales en solares abandonados, se empieza a remodelar las calles ensanchándolas algunas de ellas y derribando edificios centenarios que habían sido abandonados poco a poco incumpliendo en muchos casos la Ley de Patrimonio Cultural. Muchos de esos solares son de propiedad municipal y continúan varias decenas de años sin construir a pesar de que las ordenanzas municipales obligan a construir en un periodo de dos años. Esta dejación municipal es uno de los pilares fundamentales de la degradación del barrio. Llama la atención que el propio Ayuntamiento ha alquilado un solar para montar una parrilla al aire libre en la calle de las armas que además de ser ilegal en nada favorece a los vecinos por las molestias que acarea. En nada se nota que este declarado BIC porque se incumplen constantemente las normas de patrimonio empezando por el descuido del propio barrio, la no rehabilitación de edificios singulares, los cableados en fachadas, la construcción de grandes manzanas sin guardar el parcelario original. No hace muchos años se derribó un palacio del S XVI que luego resulto ser uno de los mejores que quedaban en nuestra ciudad, en la calle de San Blas. ¡En fin, un desastre¡ No es de extrañar que el barrio este degradado urbanísticamente con las consecuencias para las personas. El barrio se ha convertido en un gueto que en nada favorece a la educación ya que es imposible la integración.
El actuar urbanísticamente en el barrio, construyendo en los solares vacios y rehabilitando los edificios en pie, será clave para la regeneración posibilitando la llegada de nuevas familias que darán al barrio la realidad de tiempos pasados, esto es, un barrio plural en el que la convivencia es un factor preponderante. El barrio de la Magdalena es un buen ejemplo a seguir. Las cámaras instaladas creo que no solucionaran el problema, las redadas policiales quitaran cierta delincuencia pero el problema real no se habrá solucionado
Sr. Alcalde: construya en los solares municipales viviendas de VPO, obligue a los propietarios de solares a construir sobre ellos, que el Centro de las Armas de propiedad municipal sea un lugar para el barrio y no una “discoteca” que no deja descansar a los vecinos y degrada todo el entorno. La solución es fácil y no entiendo por qué no se actúa.
Comentarios
Me ha parecido realmente destacable el hecho de que la vía de Cesaraugusto fuera creada por medio de la demolición de un bloque de viviendas, y que de puro milagro no era el que tenía bajo sus pórticos la tienda de "El Pequeño Catalán".
Me gustaría que escribiera también sobre otras vías emblemáticas como la calle Alfonso I o el Paseo de la Independencia.
Muchas gracias por su aportación a la cultura de la ciudad.