El verano se acabó y de nuevo una nueva etapa que habrá que
superar. Parece una carrera de obstáculos en lugar de ser un camino apacible
para vivir felices. Los intereses económicos priman de manera descarada en las
acciones de nuestros políticos sin tener en consideración a los que realmente
representan, y nosotros, calladitos, asumimos con resignación, no cristiana, lo
que nos dan. Se dice que contratan mas número de profesores sin decirnos que en
realidad son menos que antes porque no se han nombrados a los profesores
jubilados, se dice que no hay dinero para becas y no han sabido gestionar las
ayudas a la educación dejando millones sin ejecutar. Eso si, el arzobispo pide que
se estudie mas religión sin pedir al gobierno una educación con mas justicia
social.
Nuestro querido Director General de Patrimonio una vez que
ha destruido el Teatro Fleta (en su anterior etapa como Consejero de Cultura) y
nada ha hecho para reconstruirlo, nos da una resolución increíble en el “Espacio
Averly” cataloga de interés solamente aquello que no impide la construcción de
viviendas y además con un tipo de catalogación que no es la máxima. El concepto
de “cultura” queda restringido a lo puramente estético y no a un concepto
actual de patrimonio que incluye todas las facetas que la vida humana pueda crear,
incluso estéticamente feas. No sé si es ignorancia o más bien que los intereses
de nuestro gobierno no van en la dirección que la Ley de Patrimonio Aragonés
propone. Nuestros políticos están matando la “gallina de oro”. No es de
extrañar que llevemos fama los aragoneses no sé de qué forma de ser que puede
ser plasmada como personajes que llevan la boina anclada hasta las cejas. No me
extraña que los hosteleros se quejen de la baja presencia de turismo en
nuestras tierras si el patrimonio que tenemos lo destruimos siendo que este es
el motivo de visita de los foráneos.
¡En fin! A pesar de todo hay que mirar hacia delante y no
tirar la toalla. Mientras hay vida hay esperanza y habrá que seguir reivindicando.
Esto es fuente de energía tanto personal como colectivamente. Habrá que seguir
haciendo propuestas a pesar de que la mayoría vayan a la papelera, aun cuando
nos piden participación.
La fotografía corresponde a la Calle D. Jaime hacia 1910
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