Hace poco hablé de la plaza de Salamero cuando se amplió con
el derribo del Convento de Santa Fé, el cual no hay que confundirlo con el
Monasterio cisterciense de Santa Fé, junto al Huerva. El edificio albergó
anteriormente una institución de “mujeres recogidas” o “arrepentidas” la cual
entidad era de enorme trascendencia social: los centros de reclusión para
mujeres públicas o las casas de recogidas para mujeres «arrepentidas», cuyos
fines eran esencialmente los de servir como correccional o reformatorio de
aquellas que habían tenido en la vida pocas oportunidades, dedicándose por ello
especialmente a la prostitución o a la mendicidad. En dichos centros se pretendía
regenerar y recuperar para la sociedad a estas mujeres por medio del trabajo y
la oración, con una férrea disciplina. Pues bien este convento fue fundado el 13 de
diciembre de 1533 por religiosas de la orden de Santo Domingo. La dominicas
abandonaron el lugar trasladándose al convento de Santa Inés y con la
desamortización, en 1844 paso a ser Academia de Bellas Artes de San Luis y Museo Provincial, en cual se recogieron
piezas de los conventos desamortizados.
Se derribó en 1908 y como dije anteriormente su solar forma parte , hoy
día, de la plaza de Salamero.
Una forma de conservar nuestro patrimonio cultural es conocerlo. A continuacion os pongo una reseña de un edificio que forma parte del Mudejar de Aragón, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Iglesia de San Gil de Zaragoza Los materiales de los que esta constituido el templo son los tradicionales en la arquitectura mudéjar de Aragón: ladrillo, yeso y cerámica vidriada para el exterior. La disposición de los ladrillos es a soga asentados sobre yeso. Es de nave única con testero recto y capillas laterales entre torres contrafuerte, que son como pilares estructurales, y esta dotada con tribuna o paseador por encima de las naves laterales abierta al exterior, los pilares contrafuerte se abren paso para poder circular. Esta estructura arquitectónica queda oculta, y es propia del mudéjar., todas las cargas se distribuyen entre los diferentes torres contrafuerte. En la trasformación del XVIII se invirtió la orientación general del templo dando como resultado dos ábsides poligo
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