La verdad es que espero cosas
nuevas y positivas del nuevo ayuntamiento. Creo, por otra parte, que resulta
difícil hacerlas cuando los presupuestos se encuentran mermados. Ahora bien hay
cosas que no necesitan grandes cantidades de dinero y podemos cambiar la imagen
de nuestra ciudad, siempre en sentido positivo. La verdad sea dicha que los
cambios hechos hasta el momento han sido mas bien efectistas y en algún caso
discutibles. Siempre que haya receptividad para poder rectificar las cosas irán
hacia delante. Como vecino del Casco Histórico recorro con mucha frecuencia sus
calles y debo decir que hay núcleos que dan una imagen muy deteriorada de la
ciudad. En las décadas pasadas se invirtió mucho y ha habido resultados
sorprendentes, pero en los últimos años por dejadez, aburrimiento o incivismo
de alguno de sus habitantes han hecho retroceder esta imagen positiva que se
iba forjando. Las imágenes que adjunto dan fe de ello. La puerta lateral de la
iglesia de la Magdalena (Patrimonio de la Humanidad) toda llena de pintadas,
justo al lado de esta joya mudéjar un mural en el que nos indican que no hay
que comer pollo (¿), con un colorido que no entona con el conjunto, observo
mucha sensibilidad contra el maltrato animal pero poca hacia el patrimonio
cultural, ¿es posible tanto desequilibrio?
Si hablamos de animales, muchas calles escondidas del casco donde lo
vehículos apenas pasan son el lugar elegido por sus dueños para que sus
mascotas depositen sus heces y orina. Lo malo es que las heces se pueden
recoger pero la orina no. El pavimento queda todo sucio e impresentable. Creo
que estamos en un mundo de locos, estamos perdiendo el norte, el sur y… Es
necesario que el propio ayuntamiento se erija en pedagogo para enseñarnos a
todos como debemos comportarnos para tener una ciudad limpia que es sinónimo de
higiene y de cultura.
Todo no es problema de mascotas,
también no somos capaces de darnos cuenta que farolas, señales de tráfico, etc.
no son los lugares adecuados para poner carteles o pegatinas. Hoy día tenemos
las redes sociales que nos permiten comunicarnos con mayor eficacia y limpieza
que con estos modelos que ensucian el
mobiliario urbano. Pediría al Ayuntamiento que busque soluciones a estos
problemas cotidianos y que tanto afean a nuestra ciudad. “No hay ética sin
estética”.
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