Hace unos días los medios de comunicación
nos anunciaban la posible creación de un grupo especial de la Policía Local. Se trata de policías municipales que se
desplazan en bicicleta. Ya no he vuelto a oír nada sobre este particular. Debo decir
que me sorprendió gratamente dicha noticia pues considero que es un buen medio
de desplazamiento para patrullar el centro de la ciudad. También hay que decir
que no es ninguna novedad tal cuestión ya que en muchas ciudades existe este
procedimiento. Creo que hay que hacer
grandes cambios en nuestra policía local ya que existen situaciones que parecen
contradictorias. La calle Alfonso es peatonal y sin embargo la policía patrulla
en coche; sería más coherente que patrullara caminando o en este caso en
bicicleta. No cabe duda que ante una emergencia cualquier vehículo de socorro
puede invadir cualquier espacio pero este no es el caso que nos ocupa. La policía
municipal debería dedicarse más a hacer cumplir las ordenanzas municipales y
las normas de movilidad urbana que otro tipo de actuaciones que corresponden más
bien a la Policía Nacional. Una policía municipal sin pistola, cercana al
ciudadano y dedicada a lo cotidiano de la vida en la urbe sería muy bien
acogida por la ciudadanía. Por eso las bicicletas para la policía municipal
serían un buen instrumento de cercanía y de buena vigilancia en las calles de
nuestra ciudad. Las fotografías corresponden a la policía de Huanzhu
(China) y Arles (Francia)
Una forma de conservar nuestro patrimonio cultural es conocerlo. A continuacion os pongo una reseña de un edificio que forma parte del Mudejar de Aragón, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Iglesia de San Gil de Zaragoza Los materiales de los que esta constituido el templo son los tradicionales en la arquitectura mudéjar de Aragón: ladrillo, yeso y cerámica vidriada para el exterior. La disposición de los ladrillos es a soga asentados sobre yeso. Es de nave única con testero recto y capillas laterales entre torres contrafuerte, que son como pilares estructurales, y esta dotada con tribuna o paseador por encima de las naves laterales abierta al exterior, los pilares contrafuerte se abren paso para poder circular. Esta estructura arquitectónica queda oculta, y es propia del mudéjar., todas las cargas se distribuyen entre los diferentes torres contrafuerte. En la trasformación del XVIII se invirtió la orientación general del templo dando como resultado dos ábsides poligo
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