Este domingo el Heraldo de Aragón
publica un “reportaje” firmado por C.Peribañez y un articulo de opinión firmado
por Delia Maza que me han sorprendido de forma nada grata. Es relativo al
derribo de tres edificios que estaban en la calle de Carrica esquina a
Contamina. Hay que decir en primer lugar que estos edificios derribados eran
centenarios y por lo tanto forman parte de la memoria histórica de nuestra
ciudad. Hay que decir, además, que en
tiempo se descatalogaron para poder derribarlos y de ese modo poder ampliar la
calle Carrica y dar acceso a la calle Maestro Luna y así poder circular de
forma amplia vehículos a motor. También debo repetir (ver entrada del día 19 de
enero del 2017) que el informe de Patrimonio Cultural fue en contra de esta actuación
a pesar de lo cual la aprobó el Pleno Municipal de anteriores Corporaciones
La idea que trasmite el reportaje
no va dirigido a la conservación del patrimonio arquitectónico y la trama
urbana sino en una nueva idea de “esponjar” el Casco. Se dice hay pocas plazas
en este espacio histórico para esparcimiento niños y mayores el solar
resultante seria idóneo para este fin y, sin embargo, hay que advertir que en
un radio de 150 metros hay cuatro hermosas plazas: la del Pilar, San Felipe,
del Justicia y del Mercado. No vale esta justificación.
También se habla de la degradación de estas
casas y de este entorno pero quien ha posibilitado esta degradación ha sido la
existencia de bares nocturnos que han impedido la normal convivencia vecinal y
el abandono consiguiente de muchas viviendas.
Tenemos un ejemplo reciente de esta
“política de esponjamiento” y la apertura de nuevas plazas o ensanche de calles.
En la calle de las Armas la masiva afluencia de personas en los mercadillos,
conciertos y furgonetas de comida, hacen
que los decibelios superen lo permitido y no sea posible llevar una vida con
normalidad dando como resultado el malestar de los vecinos. También se hace una
referencia a la fragmentación del suelo (parcelario) por su pequeñez y que imposibilita cualquier
iniciativa de revitalización. Resulta totalmente sorprendente tal afirmación.
El señor Peribañez desconoce la Ley de Patrimonio Cultural ya que dicha ley prohíbe
expresamente cambiar el parcelario, precisamente para guardar la fisionomía de
un Casco Histórico BIC. Lo que si falta es imaginación para poder intervenir en
un espacio patrimonio cultural de todos los zaragozanos sin que se destruya
dicho patrimonio. En todo caso esta actuación es una más de las que
habitualmente se hace en nuestra querida Zaragoza: incumplimiento continuado de
la Ley de Patrimonio. Y a pesar de todo aquí no pasa nada. ¡Así nos va! No
entiendo lo de la trama “corazón barroco de Zaragoza” ya que esta trama es
medieval
En cualquier caso en las últimas décadas
argumentos parecidos se han utilizado por parte de constructores para especular
y el resultado no ha sido precisamente a favor del patrimonio y por ende de la
ciudad.
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