Una antena en la Aljaferia.

La Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, tiene desde hace unos días una flamante antena en su tejado para captar las odas televisivas y de este modo poder sintonizar sus televisores y estar al día de las noticias que acontecen en nuestro mundo.

Estas Cortes de Aragón dispusieron el 10 de marzo de 1999 una ley del Patrimonio Cultural Aragonés que en el articulo 34 dice. "Prohibiciones. 1. En los Bienes de Interés Cultural queda prohibida toda construcción que altere su carácter o perturbe su contemplación, así como la colocación de publicidad comercial y de cualquier clase de cables, antenas y conducciones aparentes. 2........."

Esta claro que la Aljaferia esta declarada Bien de Interés Cultural, dado que es uno de los primeros monumentos de nuestra comunidad.Llama la atención que en el lugar donde se legisla se incumplan las normas que ellos mismos determinaron. ¿Cómo es posible exigir a la ciudadanía el cumplimiento de las normas si el propio legislador no las cumple? A esto hay que añadir que desde hace tiempo los coches particulares de los srs. diputados ocupan buena parte del espacio monumental, perturbando la contemplación del monumento.


En mi opinión no dudo de la necesidad de tener televisiones que puedan informar en un momento puntual a sus señorías, pero creo que se resolvería el problema a través de la linea telefónica. Seria un sistema mas limpio incluso mas barato. En relación al aparcamiento considero que si no hay espacio`para aparcer, lo bonito seria que nuestros representantes vinieran, como todos los ciudadanos, en transporte público y si por razones de seguridad en alguno de ellos no fuera posible se arbitren medidas discretas de transporte (un chofer en la puerta de la Aljafería recoge el vehículo y lo lleva a un parking u otras soluciones), y que no afecten a nuestro patrimonio. Aunque estas cosas son pequeñeces dentro de lo tumultuoso de nuestros días, sin embargo da la sensación de que nuestros políticos tienen "patente de Corso" en todas sus actuaciones y esta sensación, de ser cierta, es lo menos "democrático en una democracia".